Llevo un rato considerablemente grande meditando sobre ésta respuesta. Estoy haciendo una recapitulación de todos los lugares que me gustan y ninguno despierta en mí ese cosquilleo en el estómago de pensar “Fuah, éste es mi favorito sin duda.” Aunque sí que siento algo así cuando pienso en las personas que me acompañaban mientras visitaba esos lugares. Así que creo que mi respuesta es que cualquier buen lugar puede ser mi favorito si la compañía es la correcta.